El presidente de la Federación Mexicana de Tenis de Mesa de nombre Miguel Cervantes Ledesma cedió ante los reclamos y denuncias que los jugadores hicieron en escritos dirigidos CONADE, esto por ser relegados del selectivo rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 y haber sido ignorados por casi dos meses. Lo hizó publicando una convocatoria donde se incluye a los primeros 16 jugadores del nacional de Primera Fuerza 2017 en ambas ramas. Pero sucedió algo totalmente descabellado, también acepta a los del proceso selectivo que inició en 2016.
Para quienes no conocen al presidente de la Federación les recordamos que este llegó a su cargo por medio de una elección ilegal y por dedazo de Sergio Blanco, el anterior presidente de la FEMETEME de 2008 a 2016, en una elección adelantada premeditamente para evitar que hubiera otros candidatos, es decir, llegó por medio de corrupción.
Los años anteriores a su cargo de presidente de la FEMETEME se la pasaba diciendo que el estaba en el tenis de mesa solo por su hija, ya que sus otros dos hijos ya habían sido campeones nacionales de sus disciplinas y que haría todo lo que estuviera en sus manos para que su hija también lo fuera, pues bueno, vaya que ha hecho todo lo que ha estado en sus manos, pasando por todo el que le tiende la mano para conseguir sus fines.
Una vez cediendo en aceptar jugadores del reciente Nacional de Primera Fuerza, incluye a los del 2016, ¿con que motivó? muy sencillo, incluir a su hija que no jugó el nacional de primera fuera 2017, cumpliendo con sus afirmaciones a lo largo de su tiempo en el tenis de mesa nacional.
Y esto no fue lo único ilógico por parte del administrador de taxis, además impuso que el selectivo sea de 20 días, algo que no sucede ni en China, potencia del mundo, es claro que su intención es que gente que trabaja y estudiantes tengan que desistir o perder períodos de estudios, siendo demasiado obvio en fastidiar a los que protestaron, dejando cada vez más clara la corrupción y prepotencia con la que se maneja.
La corrupción sigue desbordada en el tenis de mesa nacional, y la crisis que vive nuestro deporte ha reducido la participación promedio de sus nacionales en 50% desde hace dos años, si esto sigue como va, la masificación y alto rendimiento del tenis de mesa seguirá monopolizada por Yucatán y esfuerzos individuales como lo ha sido desde hace mucho tiempo, impidiendo la llegada de talentos en masa, grandes patrocinadores y ligas profesionales, provocando el retiro del medio de promotores y entrenadores que cansados de lidiar con la corrupción, opten por dedicar su tiempo a otras actividades.
Pedro Bustos Govea